Dentro de la Plataforma de Entrenamiento de Lux Boreal, Ángel Arámbula estuvo impartiendo el taller de "Piso Articular" en la ciudad de Oaxaca en el mes de mayo del 2018. Aquí nos comparte su experiencia:
Oaxaca un paraíso, donde la danza se transforma y se transpira Un verdadero placer poder ser parte de este viaje hacia el otro lado de nuestro país, donde la voluntad de cada individuo se hizo presente en este encuentro de causalidades, donde decidimos que nuestras mentes y cuerpos se encontrarían. Comprendí que hablar del proceso personal y la energía compartida son un aliciente para quienes flotaron en esta minúscula parte del territorio de nuestro universo, un viaje donde se borraron las barreras para emprender el propio vuelo.
Maravillosamente recibido por el maestro Itamar Sierra quien desde el primer momento atento a lo que sucedía, organizo su agenda de trabajo para que cada momento fuera inolvidable en este paisaje húmedo, caluroso y lleno de humanidad. Sin duda cada viaje de aprendizaje y del compartir me llena de satisfacciones, pero Oaxaca me dio la oportunidad de caminar por sus calles donde los cuerpos desfilaban con una cadencia inexplicable, con un humor alegre, desenfadado y tan cálido que me hizo sentir en casa.
Mi primera resonancia al entrar al aula fue ver a 28 bailarines dispuestos a emprender un vuelo, lo imagine con la certeza de dejar huella y aportar lo que con tanto interés he depositado en mí ser y del cual varios son testigos de ello. Recordé mucho a mis maestros, a mis compañeros de Lux Boreal, a esos cuerpos con los que me identifico y con los cuales quiero seguir compartiendo si nuestro camino sigue dispuesto para encontrar rutas en común.
La diversidad de cuerpos era impresionante, niños, niñas, mujeres experimentadas, hombres y mujeres con rostros presentes y ansiosos por indagar que sucederá en los siguientes cuatro días de este taller de nombre piso articular, convocados por el maestro Itamar Sierra de la compañía nómada de la ciudad de Oaxaca. Iniciando la conexión con los otros cuerpos me doy cuenta que ya en varios estados de nuestro país no estamos acostumbrados a encontrarnos fácilmente las miradas, abordar desde esta sensación tan primitiva e importante para reconocernos y conectar para lo que estaba por aparecer más adelante que es el encontrar el universo del otro para conectar en un espacio compartido energéticamente durante los días que estaremos sudando, compartiendo, indagando y sobre todo vibrando.
El primer día fue un remolino de información para conocer sus fortalezas y emprender los caminos que debería encausar para dejar como guía y facilitador mi experiencia. Sorprendente fue el conocer los cuerpos aguerridos de este estado organizado, donde se viven manifestaciones y plantones para encausar sus derechos como ciudadanos de esta tierra del mezcal, los siete moles, el cacao, los chapulines, el quesillo, las frutas criollas y una variedad de alimentos sabrosos de la entidad.
Vibre a los cuerpos dispuestos abordando cada momento, tal vez en momentos con la mirada perdida aún, pero con mucho potencial. Me percate de lo importante de la utilización de las palabras para ser más contundente y construir a partir de una claridad para poder coincidir en el compartir mutuo. Día a día se empezó a construir más consciencia en cada cuerpo, pero a la vez los cuerpos de los humanos Oaxaqueños empezaron a responder sin tensión y pusieron atención a detalles que harían de estas rutas de piso articular un bocado del vuelo, me sorprendía la construcción de la voluntad de sus masas corporales desplazándose por el espacio que considero sagrado en mi práctica diaria.
Me regocija saber que la danza sigue transformando y sigue entonando la música corporal masiva, somos seres con la necesidad de entrar en un movimiento constante, un movimiento generado por la conexión del propio consciente y del espacio compartido. El ver como asimila cada cuerpo en sus variantes la información, es un gran regalo que me deja mucha enseñanza para seguir guiando nuevos caminos. Los cuerpos y mentes requieren procesos distintos y nunca serán iguales, traspiran diferente, reciben y exploran desde lo vivido y de lo encontrado en su camino, esta experiencia me sirvió para darme cuenta que hay mucho por seguir guiando y seguir aportando para este pensar corporal infinito que nunca dejará de ser un para quienes conectamos con esa grandeza del cuerpo.
Agradecido estoy de ver la disciplina diaria de los Oaxaqueños, de los bailarines en formación, de los bailarines experimentados que fluían sin límites, me quedo con la sensación de volver a este maravilloso lugar donde me enamoró la vibra y amor de cada individuo por su hacer y estar. Las sonrisas finas dibujadas y el aura paciente al escuchar mis palabras que no considero la verdad absoluta, pero sí de un cuerpo que ha vibrado una experiencia que se puede compartir. Vibra la Danza, Vibra Oaxaca.
Se compartieron en este viaje también dos charlas sobre Lux Boreal y sus plataformas con el Centro de Educación Artística Miguel Cabrera (CEDART) y otra en La Universidad La Salle de Oaxaca, donde el interés por los presentes se inclinó por La Plataforma de concurso 4x4 TJ Night en la creación de públicos para la danza, en la Plataforma de Impacto Social, Las Plataformas Educativas y la importancia de las colaboraciones como compañía con otros sectores del arte y las instituciones municipales, estatales y federales.
Un gran compartir para los que abordamos las artes en nuestro país, con la esperanza de encontrarnos pronto y poder contribuir y coincidir en un futuro cercano.
"Todas las actividades de Lux Boreal son apoyadas por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes"
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