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Foto del escritorhenry torres

Cerveza y Danza! La mezcla tijuanense


 coreografía: Octavio Dagnino/LuxBoreal
"Agualinda" Victoria Reyes y Matthew Armstrong / Lux Boreal

Tijuana es una ciudad mundialmente conocida por su oferta gastronómica, en los últimos años se ha destacado por su cerveza artesanal y actualmente es la mayor productora de este alimento-bebida en todo México.


Este fenómeno impacta otros sectores como el del arte ¡y la danza no es la excepción!

El pasado 25 de agosto en el corazón del Tijuana Downtown se celebró la sexta edición de un evento llamado Cerveza y Danza con la participación de bailarines y coreógrafos de la ciudad. En una serie de presentaciones itinerantes nombrado Formato Tour, el público asistente pudo degustar de arte y cerveza en un ambiente muy relajado y amistoso.


La noche inició en Cervecería La Casamentera ¡un espacio mágico! La nostalgia del renovado Café La Especial sorprendió a los tijuaneneses de arraigo, quienes conocieron este lugar en sus momentos de gloria en los años 70s - 80s . Este rincón escondido en el afamado Pasaje Gómez se ha transformado en un bar de nivel exquisito que produce la Cerveza Casamentera, ademas de funcionar como un centro para las artes visuales y performáticas. La noche inició con la compañía de danza Cuarto Fractal, un dueto masculino lleno de energía.

El contingente se dirigió a través de la avenida revolución y bajando por la calle cuarta para presenciar a la Compañía Ingrávita Escénica, donde su fundadora y bailarina principal Pita Zapot trasformó el espacio íntimo de la Cervecería Mexica; los asistentes atiborraron el lugar, desde dentro y fuera, observando el fenómeno escénico a través de los barandales que daban a la calle. Transeúntes se detenían al ver a tanta gente abstraída por una bailarina silfídica vestida de rojo intenso que se ataviaba con su propio cabello en una danza intensa. ¡La audiencia crecía!


La siguiente estación condujo esta multitud nómada a la cervecería Border Psycho, un espacio pequeño sobre avenida revolución donde el bullicio de la vida nocturna inherente a Tijuana no impidió a la compañía Catalejo llevar a cabo una danza vertiginosa sobre una tarima de cuatro por cuatro pies, y perdonarán mis unidades pero es común al vivir en frontera, para ser específicos, los cinco bailarines dirigidos por Martha Bonilla desempeñaron ferozmente un dispositivo escénico sobre una plataforma de 1.20 metros por 1.20 metros por 30 cm de alto. La audiencia sorprendida, no perdió detalle de la acción a pesar de la multitud que se generaba y la intensidad del bullicio, para posteriormente dirigirse a las profundidades del Pasaje Gómez y acceder a uno de los espacios mas enigmáticos de la noche. El destino aparentaba estar al final de un corredor oscuro, que entre tanta compañía lucía por lo menos algo seguro. Hasta que el multitudinario grupo que se había gestado durante la noche desapareció a través de una puerta diminuta para encontrarse todos en un espacio amplio, lleno de misticismo, entre columnas que se perdían en la oscuridad semejando la tumba de algún faraón egipcio, las paredes contaban historias y un largo pasado glorioso. Nos encontrábamos en el legendario Río Rita. La energía era potente, el público alerta y a la expectativa, la atmósfera se tornó enigmática y se abrió el espacio para la compañía Libre Movimiento de Susana López, aros, telas, texto y danza sostuvieron la atención del público por un lapso que pareció detener el tiempo. Para concluir la noche, el grupo de espectadores, publico adherido durante la marcha, curiosos, y asistentes tardíos fueron conducidos al punto de partida donde la Compañía Lux Boreal esperaba literalmente a flor de piel para llevar a cabo un dueto de dos orquideas susurrantes, dando cierre a la noche con la coreografía Agualinda.


Jamas será posible describir con palabras lo que sucede en la danza a través del cuerpo y esa chispa que surge entre el bailarín y el observador, pero mas o menos así sucedió esta sexta edición de "Cerveza y Danza"; una iniciativa de Multiforo Revolución que dirige el artista y promotor Rubén Valencia.


¡Cabe señalar que la noche apenas comenzaba! La convivencia y el diálogo entre público, bailarines, artistas de otras disciplinas se suscitó hasta altas horas de la noche. Esperamos que cerveza y danza y las condiciones que lo propician continúen alimentando el espíritu tijuanense, contribuyendo así a la proliferación del arte.



Todas las actividades de Lux Boreal son apoyadas por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes


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